En Deliberativa trabajamos sobre todo en procesos deliberativos activados por gobiernos o parlamentos, pero el sorteo cívico (o democrático) y la deliberación se pueden aplicar a casi todos los ámbitos. En este sentido, la cooperativa de consumo de energía Som Energia ha sido pionera en la península ibérica con un proceso deliberativo llevado a cabo entre sus socios entre 2023 y 2024, para definir las prioridades futuras de la organización. En el País Vasco, vamos a trabajar en el 2025 de la mano de Arantzazulab en pensar cómo introducir esas herramientas en la cooperativa Mondragón.
La nueva revista “The Journal of Sortition”, en su primer número de Enero 2025, propone varios artículos que mencionan el uso ampliado del sorteo en varios ámbitos de actuación.
Oliver Dowlen (1) por ejemplo, menciona que el sorteo se podría usar en tres configuraciones:
- Pequeños grupos de ciudadanos en puestos clave que actúen como testigos y controladores y estén vinculados a órganos decisorios amplios.
- Grupos más amplios de ciudadanos con poder de deliberación y/o decisión.
- Puestos generados por sorteo a partir de pequeños grupos de expertos.
Añade que estas diferentes maneras de usar el sorteo se podrían usar por ejemplo para redactar o modificar una Constitución (como ya ha sido el caso en Irlanda y Canadá); en el ámbito judicial (más allá del tradicional jurado popular); en la organización de las elecciones (especialmente en las nuevas democracias); en los sistemas políticos representativos (mini-públicos deliberativos), el ejército (existen ejemplos) y la policía; en el control del gasto público y para asegurar medios de comunicación públicos independientes.
Sin duda esas propuestas, y otras que se mencionan en la revista, pueden ser las semillas de aplicaciones fructíferas en el futuro.
(1) Oliver Dowlen, A Framework for the Consolidation and Defence of Citizens’ Democracy. The Journal of Sortition, 2025